martes, 23 de mayo de 2017

Capítulo Cuarenta y Seis

 "Cuando miras al abismo, el abismo también te mira a ti". Friedrich Nietzsche

 No leas esto. Si no tienes cinco minutos de silencio no leas esto. Apaga la tele, ve a un lugar tranquilo, elige el momento apropiado. De verdad te lo pido, hazte el favor, y si no puedes, no leas esto.

  Lo que más me gusta de vivir frente a un hospital es que me recuerda que no estoy en él. Desde mi ventana se intuyen dolores, familiares que no duermen, comida sin sal y tarjetas sanitarias. Como al volver de un funeral o al ver a viejos amigos, este edificio me propone estar conectado a lo verdaderamente importante.

  Recuerdo que alguna vez me han preguntado por mi principal virtud: "la consciencia de finitud", respondo siempre sin dudar. Algún día no estarás, de verdad te digo, no estarás. ¿Qué valor tendrían las cosas si fueran para siempre?

 Empieza ahora, antes de acostarte o al despertarte. Decide, porque si no lo haces alguien lo hará por ti. Imagina que tienes un biógrafo, no te hagas pasar la vergüenza de no tener nada que contarle al mundo.

 ¡Atrévete! Y disfruta...

 Disfruta porque incluso para el que sufre, la vida se acaba demasiado deprisa...

No hay comentarios: