jueves, 25 de abril de 2013

Capítulo Veintinueve

 " El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la razón. Más veces he visto razonar a un gato que no reír o llorar..."   Unamuno


 Siempre he sido una persona muy pasional, el hombre es verdaderamente eso de hecho, una máquina de expresar emociones. Carpe diem, la vida son dos días y mierdas varias que nos hacen levantar una copa un día de borrachera. Pero no funciona, eso no funciona.

 Y no funciona porque eso no da problemas cuando te lo aplicas a ti y para ti, pero cuando interviene el otro, ahí empiezan los problemas. Entregas porque amas y porque deseas, pero la otra persona no es alguien que está recibiendo cariño e interés, no te equivoques: la otra persona es una persona con unas creencias determinadas, con unas experiencias vividas agradables o desagradables que harán que seas el conejillo de indias de lo entregado. A quién le estás entregando ese paquete de emociones? Qué hace esa persona con ese mensaje? Lo sonríe? Lo abre y lo cierra? Lo lee o también lo siente?

 Y ahí entra la todopoderosa expectativa, no todo lo que hacemos tiene la intención de recibir algo a cambio, pero sí al menos con el trasfondo de saber a quién se lo estamos dando. A quién le estamos dando un pedacito de nosotros? Se merece tenerlo?

 Y como siempre sucede, resulta que nos estamos poniendo las mejores ropas para desconocidos, y vestimos los calzoncillos de andar por casa para aquellas personas que tenemos realmente cerca. Pero el homo erectus, cuando dejó su posición encorvada para ponerse de pie miró demasiado lejos, descuidando todo aquello que tenemos verdaderamente cerca, como la gente que sí te demuestra cosas y como tu propio pecho al que a veces no escuchas.

 Quizá la verdadera evolución supone volver hacia atrás y volver a la posición encorvada en la podíamos ver  solamente las cosas que uno tenía y sentía cerca. A la mierda el mundo y mis lágrimas....