lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo Treinta y seis

De mis relaciones con la vida en 2013

No sé dónde leí que lo mejor que un podía hacer por los demás es estar bien con uno mismo; y cuánta razón...

Ha sido el año más importante de mi vida, de crecimiento y bienestar personal enfocado a la acción. He tomado decisiones y he llevado mi vida por unos derroteros que han estrechado muchísimo el espacio entre lo que soy y lo que quiero ser. Se da cuenta uno que la fijación por los demás es el resultado en la mayoría de casos del olvido de uno mismo, intencionado casi siempre.

"Ven antes el humo los que están fuera que las llamas los que están dentro", y así actuamos siempre, viendo y decidiendo con absoluta claridad aquello que atañe a los demás, solapando todo aquello que queda en una mochila que hace tiempo dejamos en el sillón.

 La muerte también ha golpeado este año, y aunque ha sido duro y levantó viejas heridas en mí, aquí nos tiene.... más unidos que nunca. Porque nos ponemos las mejores ropas para sorprender a desconocidos y vestimos la camisa vieja de andar por casa para los que nos quieren, y creo que todos deberíamos hacer el ejercicio de renunciar al ansia por lo que aún no nos es próximo y reconquistar nuestro campamento base.

  Y ese campamento base es nuestra familia, nuestros hermanos y nuestros primos, los amigos de toda la vida, porque esos no se van. Porque pagamos con la moneda de la confianza ante ellos y les obsequiamos ligereza, y debemos recuperar este sustento que es el que nos mantiene en pie cuando lo efímero flaquea. Porque vivimos en cuerpos finitos como si no fuéramos a morir nunca, pero tenemos la obligación de amar lo que tenemos mientras lo tengamos.

 Por eso a los que sufren hoy y a los que desgraciadamente lo harán mañana, decirles, que los enfermos están vivos...

1 comentario:

mariajo dijo...

Que bonito! es tu interior 2013 en palabras...te quiero mas que ayer porque, eres mejor siendo lo que eres.