sábado, 11 de agosto de 2012

Capítulo Diecinueve

Tener los ojos rojos, que se te ponga la piel de gallina, tener un morado en el muslo, una brecha en la cabeza, sudar indiscriminadamente, empalmarse......que fácil es interpretar lo que nos pasa por fuera y que rápido le damos explicación a lo que vemos en cada centímetro de nuestra piel. La cosa se complica cuando se trata de sentimientos, de pensamientos, de lo que nos pasa por dentro y que no deja ningún tipo de señal sobre nuestra dermis.

La vida es buscar cosas que hacer con ella, no hay otra forma de vivir que inventar razones para ello, y mientras pensamos y buscamos en nuestro pecho qué cosas nos gustan y nos apasionan, nos conducen a vivir en sociedad y a relacionarnos con "el otro", que es todo aquello que no eres tú.

 Sabemos muchas cosas de lo que sucede en la superficie del otro: valoramos su color de piel y sus manos, adoramos que tenga ojos verdes, de piernas esbeltas y con brazos fuertes...pero muy poco sabemos de lo que le pasa por dentro. Hace una semana compré una cámara, me informé cuidadosamente de sus prestaciones, zoom, diafragma, la comparé con otras cámaras, pregunté a diferentes vendedores si era la que me correspondía para el uso que quería hacer de ella....

 Uno se entrega de una manera absoluta cuando conoce todas esas prestaciones que le van a suponer un bien, sin embargo cuando se trata de "el otro" la cosa cambia, deseamos sin conocer nada y nos volvemos carretillas vacías:

- Un niño que iba con su maestro por un camino entre montañas fue preguntado en medio de aquél ensordecedor silencio si podía escuchar algo que le llamara la atención. El niño dijo tras concentrarse unos segundos que escuchó una carretilla. A lo que el maestro respondió, -efectivamente, una carretilla vacía. El niño le miró sin entender mucho, pero al pasar diez minutos vio a un lado del camino una carretilla vacía, lo que le empujó a preguntar al maestro cómo sabía que efectivamente estaba vacía. El maestro le respondió: - porque cuanto más vacío está algo, más ruido hace.

 Y eso mismo hacemos con el otro, conocemos a alguien y hacemos mucho ruido! Le deseamos, nos encanta y nos ilusionamos, pero sabemos poco más que el color de piel, la mirada que tiene y lo que esa sonrisa provoca en nuestra necesidad de ser amados. No somos más que carretillas vacías y queremos dar y entregar mucho haciendo mucho ruido antes de saber si la otra persona lo merece o se lo ha ganado.

 Pero uno se acostumbra al impacto, el ser humano se acostumbra a todo y lo que nos maravillaba un día, deja de hacerlo; pues el mundo está lleno de cuerpos esbeltos, nuevas sonrisas, nuevas emociones enfocadas en nuevas miradas... Y todo ese ruido se convierte en poco tiempo en un gran silencio que veían quizá todos los que te rodeaban, porque como bien se sabe "ven antes el humo los que están fuera que las llamas los que están dentro".

 Y él o ella acaba esta historia diciendo no tener suerte, omitiendo que solo el tiempo pone en su sitio todo el significado de lo que es el otro y lo que le da. Y hasta que el tiempo coloca todo hay un sinfín de incomprensiones, pero debes saber que no existen los problemas sino los ignorantes. Tú no tienes un problema con nadie, tú simplemente ignoras lo que piensa esa persona, los motivos que tiene para decirte lo que te dice, ignoras saber lo que siente esa persona porque te pasas la vida prediciendo lo que crees que piensa el otro, y quizá de preguntarle no sabría ni qué contestarte, porque el otro hace tiempo que sabe que te enamoraste de sus ojos, de su piel y de su sonrisa...

...y no sabría qué contestarte porque sabemos lo que significa tener los ojos rojos, que se te ponga la piel de gallina, tener un morado en el muslo, una brecha en la cabeza, sudar indiscriminadamente, empalmarse....pero nos cuesta demasiado entender lo que nos sucede por dentro....






3 comentarios:

Otra pequeña locura de María dijo...

Me encantaa la entrada & como escribes en general! (: tee sigo! (: besitos! (:

Proffesional Angry Birds dijo...

Momento reflexión.... eres un crack!!!!

Rachel dijo...

Llenemos la carretilla! :)